Ha sido buena, en mi caso existe la limitación de examinar físicamente al paciente, sin embargo, gracias a la videollamada puedo indicarle al paciente que se palpe, por ejemplo, en algunos lados del abdomen, para poder identificar el origen del dolor y dar un diagnóstico presuntivo. Con ese diagnóstico se le puede orientar al paciente a realizar una ecografía o exámenes de sangre, para poder indicar un tratamiento.
La telemedicina ha sido muy útil, especialmente para personas que se encuentran lejos y no pueden asistir a la consulta, y ahora con el COVID-19, lo ideal es que las personas cumplan con la cuarentena y eviten las consultas presenciales. En los casos en que el paciente requiera una evaluación más exhaustiva, les indico análisis de sangre, ya que cuento con un laboratorio asociado que atiende a domicilio, entonces el paciente se realiza sus análisis, al día siguiente tengo los resultados y así puedo darle un diagnóstico más exacto y explicarle que está pasando.
En mi caso, la telemedicina me ha ayudado a continuar tratando pacientes crónicos, que requieren de un seguimiento constante.
